Los paneles solares plegables se inventaron en los años 90 para aligerar el peso de los soldados desplegados. Llevan estos paneles solares ligeros para mantener las baterías recargables, no solo conservando su energía física, sino también ahorrando energía de otras fuentes no renovables.
Desde que se crearon los paneles solares plegables para uso militar muchos campistas los utilizan para poder cargar sus dispositivos electrónicos. Estos paneles solares ligeros pueden doblarse y meterse en una mochila, haciendo que sean muy cómodos y prácticos. Y permiten que cualquiera se vaya de excursión y pueda seguir comunicado.
Paneles solares plegables
La fabricación empieza con un rollo delgado de plástico, es el mismo material que se usa para hacer muchas pantallas planas de televisión. El plástico se carga en máquinas que crean un vacío y a este le aplican una capa fina de aluminio y luego una capa de silicio.

El aluminio actuará como conductor eléctrico y el silicio producirá electricidad cuando se exponga a los rayos solares. Después unos láseres tallan lineas verticales y horizontales en el plástico, estas lineas definen las células solares.
Un aplicador automático pone tinta negra a través de una pantalla a esas lineas, esta tinta actuará como aislante eléctrico y también permitirá después cortar el plástico sin dañarlo. Una luz ultravioleta se encarga de secar la tinta.
Una generosa cantidad de tinta metálica de plata se vierte sobre un molde, y otro aplicador la introduce en el plástico solar, esto crea una rejilla conductora en el plástico. Una cámara amplía la rejilla para hacer una inspección en ella y ver si está todo correcto.
El plástico solar pasa entonces por una cámara donde el calor acaba de secar la tinta de plata. Ahora un láser conecta las células uniendo la capa inferior de aluminio de una a la parte superior de silicio de la siguiente. El láser las une casi como si lo haría un soldador, eso crea conexiones eléctricas y también aumenta bastante el voltaje.

Una cámara amplía las conexiones para poder comprobar que la alineación está bien hecha, después el plástico se carga en una máquina que deposita un óxido transparente en él, que aumentará la conductividad.
Las células solares ya son operativas del todo, la siguiente máquina las comprueba eléctricamente y también aplica una tinta metálica conductora en ciertos puntos. Otra máquina coloca después una lámina de plástico transparente sobre las células, el plástico se adhiere a ellas encapsulándolas e impermeabilizándolas.
Ahora una prensa corta los paneles solares por las lineas de aislante negro, la prensa usa cámaras computarizadas para hacer cortes muy precisos. Mediante unas ventosas, un robot traslada cada panel al siguiente puesto, donde una cámara computarizada revisa si tienen defectos.
Después de más pruebas, depositan las placas solares sobre una tela extendida. Un láser corta la tela entorno a los paneles, y unos rodillos calientes unen entonces los paneles de plástico a la tela. El plástico transparente se quema ahora para llegar a la lámina conductora.
También se suelda cable conductor en esos puntos para poner los conectores positivo y negativo, el cable es flexible y se doblará con la tela al enrollarla. Una costurera cose ahora tiras de tela sobre los cables para que así queden bien protegidos.

Ahora el siguiente miembro del equipo suelda un conector a un circuito que se ha acoplado previamente a los cables que sobresalen. También se inyecta silicona a una tapa de plástico y luego se coloca sobre la pieza.
La silicona se solidifica entorno a los componentes para protegerlos del agua. La tapa se remacha después a la tela. Este panel solar plegable esta ya listo para enrollarlo y meterlo en nuestra mochila para hacer uso de él cuando más lo necesitemos.