Los Grammy son para la música lo que los Oscar son para el cine. Desde 1958 la National Academy of Recording Arts and Sciences (Academia Nacional de Artes y Ciencias de la Grabación) o NARAS, concede Grammys a grabaciones según varias categorías.
Los ganadores reciben un trofeo de un gramófono de oro. En la industria musical, ganar un Grammy es el mayor logro, el codiciado trofeo esta hecho de grammium chapado en oro, pero no encontraréis ese metal en la tabla periódica.
Premios Grammy
Es una aleación de zinc exclusiva creada ex professo y registrada por el empresario que hace los Grammy. En el taller los operarios calientan el grammium a 340 grados, luego lo vierten en un molde de bronce para hacer la base del premio.
Retiran al momento el metal fundido sobrante, así el que queda en el molde se solidifica rápido en una capa fina contra las paredes de la cavidad, creando un molde hueco que reduce el peso. También hacen la caja del gramófono y el brazo con grammium.
Después pulen cada componente con una cinta de lija para eliminar las costuras y el metal sobrante, y para suavizar la superficie. Más tarde liman a mano las zonas donde no ha llegado bien la lija. Por último pulen el metal con un componente abrasivo sobre una rueda de gamuza, se aseguran de que no queden imperfecciones en la superficie.
A continuación, hacen la conocida bocina del gramófono, con una cizalla de metal cortan un disco de un bronce maleable y después lo ponen en un torno. Mientras el torno gira, usan varias herramientas para presionar el disco contra el mandril de forma cónica. El disco plano se transforma entonces en una bocina.
La giran en un torno distinto, presionando una tela abrasiva contra la superficie para eliminar las marcas de las herramientas, toca entonces unir el brazo de la aguja con la caja.
Aplican un fundente, un producto químico que hace que la soldadura penetre en el pequeño espacio entre los componentes, atornillan el brazo a la caja y luego lo sueldan.
Esta parte se cuelga después en un gancho de alambre y se sumerge en una solución desengrasante unos minutos, antes de meterla en agua. Esto limpia la superficie, que debe estar impoluta para que el chapado se adhiera correctamente.
El oro no se adhiere al zinc, así que primero lo galvanizan con bronce. Le aplican una carga eléctrica positiva a la pieza y una negativa a un trozo de cobre también suspendido en el tanque. Este proceso disuelve el cobre y luego hace que las partículas vayan por el agua hasta la pieza.
Repiten el proceso de electrogalvanizado en un tanque distinto, pero esta vez con níquel. Este crea una superficie lo bastante dura para que aguante el chapado en oro que se aplica después. El níquel también hace que el oro adquiera más brillo.
Tras otro lavado pasa a otro tanque para el último baño con oro de 24 quilates. Para preparar la base para pintarla, suavizan la superficie con la cinta de lija y luego la lijan a mano. Le aplican una imprimación epoxi y la dejan secar un día. Luego la pulen con una lija fina y repiten esos pasos con una imprimación negra.
Después pintan la base con pintura negra brillante y resistente. Una vez seca pueden acabar de montar el trofeo, atornillan la caja y el brazo chapados en oro, ambos ya pulidos, a la base. Después cogen la bocina chapada y pulida y la atornillan al brazo.
Tras 15 horas de trabajo, el Grammy está listo para su entrega. Pero eso no tiene lugar en la ceremonia oficial, los Grammy que se entregan en ella son en realidad copias que se reutilizan año tras año.
Los ganadores reciben su trofeo personal unas semanas después de la ceremonia, este estará grabado con su nombre y la categoría musical. Aún así, como suele decirse, más vale tarde que nunca.
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