Usar los remos para kayak adecuados puede facilitar mucho el uso de un kayak, te ayudará a seguir mejor la corriente y durante más tiempo. Sus diversos diseños dependen de su uso en aguas calmadas o bravas. Pero son muy útiles si pretendes mantener la cabeza fuera del agua.
Esta es una pala de travesía de primera calidad, está diseñada para ser resistente y rígida pero muy ligera. Un mecanismo en su centro ajusta el ángulo entre las dos hojas, la perpendicularidad entre ambas. Los kayakistas varían su perpendicularidad para evitar forzar las muñecas y conseguir paladas más eficientes.

Remos para kayak
El primer paso es hacer el molde de la hoja, una matriz guiada por ordenador va dando forma a las diversas piezas necesarias en un bloque de cobre o de acero. Este proceso requiere tal precisión, que crear un molde para un estilo concreto de hoja cuesta unos 75.000 euros.
Cuando todos los componentes están listos, ensamblan el molde. Las esquinas tienen unos largos pasadores de alineación, para guiar el molde mientras se abre y cierra en la prensa de inyección. Montan el recipiente en la prensa, e introducen gránulos de nylon transparente en la tolva que la alimenta.
Añaden al interior del molde de la hoja un refuerzo negro moldeado con anterioridad. Entonces la prensa cierra el recipiente, derrite los gránulos y lo inyecta caliente y derretido en la cavidad del molde. Después la prensa lo enfría solidificando el nylon. El molde se abre y expulsa la hoja de la pala que ya tiene su refuerzo interior.
El proceso completo dura solo tres minutos. La prensa moldea solo una forma preliminar, así que la hoja se fija sobre una plantilla. Una fresadora computarizada sigue el contorno de la plantilla para darle a la pala su forma definitiva, en la siguiente imagen se puede ver el antes y después de la pala.

La pértiga se hace con fibra de carbono moldeada, estos remos para kayak se componen de dos secciones conectadas, y cada una requiere dos medias pértigas, una derecha y otra izquierda. Ambas se cortan a la longitud adecuada y les hacen ranuras indicativas en el extremo. Sirven para colocarlas correctamente en relación al mecanismo de ajuste de perpendicularidad.
Una correa lijadora raspa la superficie que irá pegada para que se adhiera mejor. Ponen una capa gruesa de adhesivo epóxico, antes de insertar la pértiga en la hoja. Retiran el exceso de adhesivo, y la pala reposa 24 horas hasta que el adhesivo se solidifica.
Para montar el mecanismo de ajuste, colocan un tope de nylon sobre un muelle. Este se inserta en una carcasa también hecha de nylon, dan la vuelta a la carcasa y la sitúan en una soldadora ultrasónica. Colocan otro tope sobre el otro extremo del muelle, la soldadora usa altas frecuencias para generar el calor que funde el nylon, uniendo el segundo tope a la carcasa en una fracción de segundo.
Tras añadirle otra sección de unión del mecanismo, la pegan a la mitad derecha de la pértiga, retiran el exceso de adhesivo y añaden la última sección del mecanismo de ajuste. Envuelven con cinta el mecanismo para contener el adhesivo. 24 horas más tarde, cuando el adhesivo se ha secado, unen las mitades derecha e izquierda de los remos para kayak.
Ahora ajustan la perpendicularidad de las hojas en la posición de bloqueo, indicada por una linea blanca, y pegan en medio un indicador de los ángulos, y otro más que ilustra como seleccionarlos. Después, un tercer y último adhesivo se añade a la hoja.

Resulta sencillo ajustar la perpendicularidad, solo hay que empujar ambas mitades de la pértiga hacia el centro, rotárlas en el ángulo deseado y separarlas para bloquearlas en su nueva posición, y eso es todo. Pero ya está bien de tanta teoría, me voy a chapotear un rato con mi remo para kayak.